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 (extraído del libro "El secreto" de Rhonda Byrne)


El gran secreto de la vida es la ley de la atracción.
Todo lo que piensas lo atraes. La ley responde a tus pensamientos, sean los que sean.
Todo es energía. Los pensamientos son magnéticos y tienen una frecuencia, atrayendo a todas las cosas que están en la misma frecuencia. Cuando te encuentras mal estás en la frecuencia de atraer cosas negativas. Cuando te encuentras bien, atraes con fuerza más cosas buenas. Puedes utilizar recursos para sentirte bien, cerrar los ojos y sonreír, pensar en cosas agradables, escuchar tu música favorita…
El sentimiento del amor es la frecuencia más alta que puedes emitir. Cuando más amor sientas y emitas, mayor es el poder que estás utilizando.
Lo semejante atrae lo semejante. Cuando tienes un pensamiento, también estás atrayendo pensamientos semejantes.
Atrae lo bueno en vez de lo malo. No pienses en lo que no quieres. Aquello a lo que te resistes, persiste. Formula tus pensamientos en positivo.
Puedes cambiar cualquier circunstancia y acontecimiento de tu vida, cambiando tu modo de pensar. Tus pensamientos actuales están creando tu vida futura.
Te mereces todas las cosas buenas que la vida puede ofrecerte.

Los 3 pasos para utilizar el secreto:
1º: Pide. Has de tener claro lo que quieres.
2º: Ten fe. Visualiza las cosas que deseas como si ya fueran tuyas. La duda trae decepción.
3º: Recibe. Siéntete como te sentirás cuando llegue. Siéntelo ahora. Cuando emites la frecuencia de haber recibido, la ley de la atracción mueve a las personas, acontecimientos y circunstancias para que recibas.


El agradecimiento es esencial. Atrae las cosas. Atrae el apoyo. Utiliza la gratitud hasta que se convierta en tu forma de vida. Da las gracias por lo que ya tienes y aatrerás más cosas buenas. Cada mañana antes de levantarte de la cama, ten la costumbre de sentir gratitud por adelantado por el gran día que vas a empezar, como si ya lo tuvieras.
Al acostarte, si algún acontecimiento o momento del día no ha sido como
esperábamos, revívelo en tu mente como a ti te gustaría que hubiera
sido.

Cuando visualizas, materializas.



Para perder peso no te enfoques en perder peso. Enfócate en el peso
ideal, siente lo que es estar en el peso perfecto y así lo conseguirás.

Para atraer dinero, enfócate en la riqueza. Mira todo lo que te guste y di: "Puedo permitírmelo. Puedo comprarlo". Da dinero para atraer más a tu vida. Cuando eres generoso con el dinero y te sientes bien compartiéndolo, estás diciéndote "Tengo en abundancia".
Para atraer personas, has de empezar por tratarte a ti mismo con amor y respeto, emitir esa señal y entrar en esa frecuencia, así tu vida se llenará de personas que te amen y respeten. Cuando quieras atraer una relaicón, asegúrate de que tus acciones no
contradicen tus deseos. Para que funcionen las relaciones, hemos de pensar en lo que apreciamos de la otra persona, no en lo que no nos gusta. Cuando nos quejamos de esas cosas, sólo conseguimos más de lo mismo.

Para tener salud, la risa es la mejor medicina.Ante una enfermedad, elige vivir en la posibilidad y la esperanza, enfócate en todas las razones por las que deberías sentirte feliz y agradecida. No hables de la enfermedad y repite "Me siento de maravilla. Me siento muy bien". Habla de cosas buenas. Tu cuerpo se curará a si mismo.

El éxito viene de tu interior, no de fuera. "Yo soy completo, perfecto, fuerte, poderoso, amoroso, armonioso y feliz". Olvida las dificultades del pasado, los códigos culturales y las creencias sociales. Eres el único que puede crear la vida que te mereces. Haz las cosas que te gustan y que te hacen feliz. Se feliz ahora. Siéntete bien ahora. El poder es tuyo!

 

  
    

   

Creciendo un poco cada día

Imposible atravesar la vida …
sin que un trabajo salga mal hecho,
sin que una amistad cause decepción,
sin padecer algún quebranto de salud,
sin que nadie de la familia fallezca,
sin que un amor nos abandone…
sin equivocarse en un negocio.
Ese es el costo de vivir.

Sin embargo
lo importante no es lo que
suceda, sino como reaccionamos nosotros…
Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes,
vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.
Uno crece cuando no hay vacío de esperanza,
ni debilitamiento de voluntad,
ni pérdida de fe.

Uno crece
al aceptar la realidad
y al tener el aplomo de vivirla.
Crece cuando acepta su destino,
y tiene voluntad de trabajar para cambiarlo.
Uno crece asimilando y aprendiendo de lo que deja detrás…
construyendo y proyectando lo que tiene por delante.
Crece cuando se supera, se valora, y da frutos.
Cuando abre camino dejando huellas,
asimilando experiencias…
¡Y siembra raíces!

Uno crece cuando se impone metas,
sin importarle comentarios negativos, ni prejuicios,
cuando da ejemplos sin importarle burlas, ni desdenes…
cuando se es fuerte por carácter, sostenido por formación,
sensible por temperamento… ¡Y humano por nacimiento!..
Cuando enfrenta el invierno aunque pierda las hojas,
recoge flores aunque tengan espinas
y marca camino aunque se
levante el polvo.

Uno crece ayudando a sus
semejantes, conociéndose a sí mismo
y dándole a la vida más de lo que recibe….
Uno crece cuando se planta para no retroceder…
cuando se defiende como águila para no dejar de volar…
Cuando se clava como ancla en el mar
y se ilumina como estrella.

Entonces… Uno Crece

Anónimo

Compartir

Comparte tus conocimientos, tus sueños, tus pensamientos, tus sentimientos. Si te los guardas, los estancas y enmohecen, si los expresas germinan, suscitan nuevas emociones, despiertan inquietudes, cobran movimiento, crecen, estremecen.

Compartir no es restarte, compartir es multiplicar, compartir es prolongar tu ser, es causar sensaciones, es irradiar, dejar huellas que perduren en la memoria y en los corazones de los demás.

Compartir es engarzar tu propio eslabón en una cadena que propague una corriente de generosidad, esperanza, gratitud, alegría, energía, aprecio, aceptación y perdón.

Compartir ayuda a recomponer los pedazos desintegrados por la soledad, a cicatrizar las heridas de la desdicha, a amortiguar los golpes del destino, a tapar las grietas de la desconfianza, a asentar los cimientos de la amistad.

Compartiendo ganas mucho más de lo que puedas recibir a cambio, porque el afán de tener algo que ofrecer, te lleva a nutrirte tú mismo, a elevarte, a enriquecerte.

Para poder compartir te esfuerzas en mejorar, en aprender, en potenciar la imaginación, en alertar tus sentidos, en cultivar tus valores, en engrandecer tus virtudes, en fortalecer tu espíritu, en emanar vitalidad.

El anhelo de compartir te esculpe con un martillo y cincel guiados por la minuciosidad de la sensibilidad, por la belleza de entregar, por la magia de emocionar.

Brinda tu sonrisa, ofrece una palabra amable, siembra ilusiones, contagia entusiasmo, provoca palpitaciones, reparte consuelo, inspira confianza, derrocha ternura, transmite comprensión, estimula comunicación, motiva complicidad.

Vive creciendo, vive compartiendo.

Adelaida Delgado