Decálogo para formar un delincuente

 

1: Comience desde la infancia dando a su hijo todo lo que pida.

Así crecerá convencido de que el mundo entero le pertenece.

2: No se preocupe por su educación ética o espiritual.

Espere a que alcance la mayoría de edad para que pueda decidir libremente.

3: Cuando diga palabrotas, ríaselas.

Esto lo animará a hacer cosas más graciosas .

 4: No le regañe ni le diga que está mal algo de lo que hace.

Podría crearle complejos de culpabilidad.

 5: Recoja todo lo que él deja tirado: libros, zapatos, ropa, juguetes.

Así se acostumbrará a cargar la responsabilidad sobre los demás.

 6: Déjele leer todo lo que caiga en sus manos.

Cuide de que sus platos, cubiertos y vasos estén esterilizados, pero no de que su mente se llene de basura.

7: Riña a menudo con su cónyuge en presencia del niño,

así a él no le dolerá demasiado el día en que la familia, quizá por su propia conducta, quede destrozada para siempre.

8: Dele todo el dinero que quiera gastar.

No vaya a sospechar que para disponer del mismo es necesario trabajar.

9: Satisfaga todos sus deseos, apetitos, comodidades y placeres.

El sacrificio y la austeridad podrían producirle frustraciones.

10: Póngase de su parte en cualquier conflicto que tenga con sus profesores y vecinos.

Piense que todos ellos tienen prejuicios contra su hijo y que de verdad quieren fastidiarlo.

 

Extraído del libro de Emilio Calatayud “Reflexiones de un juez de menores” (editorial Dauro)


Lección magistral del juez Emilio Calatayud Pérez sobre derechos y deberes de los menores:

1ª parte:  

2ª parte: